En los trabajos verticales, la seguridad empieza en el anclaje. Elegir el sistema correcto no solo garantiza estabilidad y protección del técnico, sino que también asegura la integridad de la estructura sobre la que se trabaja. En Vertical7, esta elección nunca se deja al azar.
Tipos de sistemas de anclaje más comunes
- Anclajes temporales: Son portátiles y no dejan rastro. Se usan en estructuras que no permiten fijaciones permanentes, como vigas metálicas o columnas de hormigón.
- Anclajes mecánicos: Se instalan con expansión dentro de la pared o techo. Ideales para superficies sólidas (hormigón, piedra), donde se requiere una fijación firme y rápida.
- Anclajes químicos: Utilizan resinas especiales para fijar varillas o pernos. Muy resistentes, recomendados para cargas elevadas o trabajos prolongados.
- Anclajes naturales o estructurales: Aprovechan elementos existentes del edificio (como vigas o pilares) siempre que estén verificados y autorizados como seguros.
¿Qué tener en cuenta al elegir?
- Tipo de superficie (material, resistencia, estado de conservación).
- Duración de la intervención.
- Carga estimada y número de operarios en el sistema.
- Requisitos normativos.
- Accesibilidad y posibilidad de retirada posterior del sistema.
Un buen anclaje es invisible para quien mira desde abajo, pero vital para quien trabaja colgado. En Vertical7, analizamos cada estructura con criterios técnicos y experiencia real en campo para garantizar que cada punto de anclaje sea, ante todo, seguro. Llámanos.
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